30/10/08

Esta mañana el pequeño cabroncete, o sea, mi jefe, me ha echado una bronca de las monumentales. Todo por algo que habia hecho mal SU HIJA. Pero bastante tiene la pobre con aguantarle doblemente, como padre y como jefe, como para echar yo más leña al fuego. Ademas ella no estaba para defenderse. Así que he esperado a que terminara de gritar sin mover una pestaña mientras pensaba que su amante esta de vacaciones y la mujer lleva años haciendo su vida. Claro, al final todos sus males se resumen en eso: es un malfollado. Y se me ha escapado la risa. Y más que se ha mosqueado él. Y mientras seguía me fijaba en el único pelo que tiene largo en su cabeza que se movía como agitado por una extraña corriente. Me hubiera gustado agarrarme a ese pelo, arrancarlo de un tijeretazo e irme volando en él, como si una alfombra mágica fuese. "¿Me has entendido?" ha terminado el PeCa (le llamaré así para abreviar). Yo que ya me veía pasando justo por encima de Islandia le he dicho muy seria: "Sí, no volverá a pasar", que es lo que él quería oir. Y me he vuelto para mi mesa.

Entonces un rayo de sol ha entrado por la ventana y se ha posado sobre la mesa. Le he sonreído y él a mí. Ha querido jugar con mi pelo, hacerme cosquillas entre mis risas, calentarme las manos y finalmente me ha dicho: "¿Vienes?" y yo, sin pensármelo, he agarrado mi carromato, cogido mi pandereta, vestido con mi falda multicolor, y subido a ese rayo invitador que me llevaría a esos mundos que todavía no conozco. Cuando íbamos a arrancar me ha preguntado "¿Vienes sola?" y no he tenido que pensar mucho: "No, me llevo a mis nuevos amigos, estos que me leen" y os he montado a todos. ¿Alguno se acuerda de lo que vimos? Para refrescaros la memoria, la musica que sonaba era esta:



Se me olvidaba: PeCa venia con nosotros (en una jaula, necesitaba un mono, ¿que es una titiritera sin mono?). De vez en cuando le tiraba un cacahuete atado a un hilo. Hilo del que tiraba cuando hambriento se disponía a cogerlo. Jiji... que mala soy.

26/10/08

Ayer mis amigos organizaban una fiesta. Ya he contado de mi minisueldo, así que después de echar un vistazo a mi armario y ver que tan solo tenía vaqueros, camisetas y dos vestidos de hace dos temporadas me sentí Cenicienta.
Sí, ya se lo que pensareis: si conque fuera vestida con mi alegria vale. Pues si. Pero de vez en cuando también le apetece a una ir mona. Así que aproveché que mi madre se había ido al cine para asaltar su armario. Mi madre es modernilla, pero usa dos tallas más que yo, así que la búsqueda fue en vano. Hasta que me fijé en una percha con funda. La abrí y.. oh! Miré detrás mío pues de alguna manera supe que mi hada madrina se estaba riendo. Era un vestido rojo, no sé como describirlo. ¿Os acordais de Marylin Monroe cuando la escena del vestido blanco y la rejilla? Pues el vestido parecidísimo pero rojo. Dije, este me lo meto yo como sea. Y me quedaba: perfecto :). Nunca se lo había visto a mi madre, así que supongo que sería de cuando era más joven. No sé que tendría el vestido pero me sentí la más bella entre las bellas. Ole y ole. Unas sandalias rojas de altísimo tacón y a correr. Bueno, a correr, es un decir. Quería reservarme para los bailes, así que camine despacito. Esa sensación de entrar en un sitio lleno de gente y que todo el mundo se vuelva a mirarte... anoche fui una princesa. No os digo más. No, fui Marilyn ;). Aquí os dejo un video de ella, con la canción Lady in red, o sea, como iba yo:

13/10/08

Mi jefe es un pequeño cabroncete. Digo pequeño porque es bastante bajito. Pero en cuanto a cabrón lo es un rato largo. Tiene una amante, y las facturas del teléfono de él llegan a la oficina, así que mi primera misión es asegurarme de que tales facturas no lleguen a manos de su hija, que es mi compañera. Eso provoca situaciones de auténtica comedia cada vez que viene el cartero para ser yo la que coja las cartas. Al final he acabado confesándole a mi compi e hija del cabroncete que el cartero me pone. Difícil asunto cuando es cojo, feo y tiene un tic en la nariz, además de un aliento horrible. Creo que hasta enrojecí al contárselo. Pero ya no hay problema. Bueno, el único que tengo que darle palique para que ella no sospeche. Pero la semana pasada, según se fue el cartero, va ella y me dice: Oye, que estaba yo pensando, que si tú no te atreves a pedirle una cita, si quieres se lo digo yo de tu parte.
Lo primero que me salió fue decirle: Bueno, de momento voy a dejarlo en platónico. Desde que me dejó Pablo lo único que necesito de momento es sexo, pero creo por ahora prefiero arreglarme sola.
La segunda misión es tachar el número de teléfono de la amante de mi jefe. Nada de tirar la factura, sino tacharlo y archivarla. Será panoli. Cualquier día la hija abrirá la carpeta y cuando vea el numerito tachado le faltará tiempo para pedir copia a telefónica. Yo lo haría.
En fin, otro día os cuento más cosas. Hoy os dejo este vídeo:

3/10/08

Mi novio me dejó hace unas semanas. Pensé que tenía dos opciones: encerrarme en casa y pegarme un chute de gas o salir a la calle y seguir viviendo. Como podreis imaginar, pues si no no estaría escribiendo esto, opté por lo segundo.
Pero por muy zascandil que sea una, no acababa de sentirme yo como antes. Pensé en ir a un loquero, psicólogo o como lo querais llamar. O a una terapia de estas de grupo. Imposible. Con mi minisueldo no me llegaba ni para un minuto. Así que un alma caritativa me dijo: ábrete un blog. Y eso es lo que he hecho. No sé si servirá de algo o no, pero por probar nada se pierde. Y al capullo de mi ex que le den. El se lo pierde, jiji...
Y ahora os dejo con mi nuevo grito de guerra:

¡¡¡VIVA LA VIDA!!!